Historia

Historia de Cazalla de la Sierra. Antonio Carmona Granado.

EN LOS TIEMPOS PREHISTÓRICOS

Tal vez siguiendo los valles fluviales del Viar y delHuéznar y procedentes de las terrazas del Guadalquivir, hicieron su aparición en nuestras tierras los primeros grupos de individuos pertenecientes al género «homo».

Los indicios más remotos de su presencia hasta ahora encontrados, parecen pertenecer a grupos de primitivos cazadores que utilizaron ya como habitación las Cuevas de Santiago, en la orilla cazallera de la Rivera de Benalija. Dichos indicios se refieren a dos cuchillos de 7 cm.longitud, una astilla tallada y una punta del tipo «musteriense».De estos restos, hallados a finales del pasado siglo, nos dio cuenta D. Feliciano CANDAU, habiendo sido catalogados, según este autor, en el Museo de Historia Natural de Sevilla con los números 76, 119, 111, y 72, respectivamente (1). Estos objetos, y siempre según el Sr. CANDAU, fueron encontrados en niveles bastante superficiales del suelo de la cueva. A la vista de estos datos, sólo podemos arriesgarnos a afirmar que hombres del Paleolítico Medio o Superior habrían habitado territorios que comprenden hoy el término municipal de Cazalla de la Sierra.

Las noticias se hacen más seguras y fiables para la siguiente etapa del Neolítico. Ello es debido a los trabajos realizados por el Departamento de Arqueología de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla, bajo la dirección de Dª Pilar ACOSTA, en el yacimiento de la Cueva Chica de Santiago (2). Los resultados obtenidos en el estudio del mencionado yacimiento han contribuido a formular, según la directora de las excavaciones, un nuevo planteamiento sobre los inicios del Neolítico en el Sur peninsular. Según los datos proporcionados por las estratigrafías de ésta y de otras cuevas (Nerja, Dehesilla, etc.) parece necesario concluir que en el VI milenio (5.940 a.C. es la fecha aportada por el C-14), si no antes, se inicia una civilización de productores, que poseen muy tempranamente unas cerámicas con decoración de relieves y de tratamiento a la almagra, que no tienen, al parecer, relación alguna con el Neolítico cardial de otros lugares de la Península.

Este neolítico de las Cuevas irá evolucionando durante el V y IV milenios a.C. hasta ser suplantado paulatinamente por el Calcolítico con la aparición de la metalurgia del Cobre en un momento, que según los análisis del C-14, tendría lugar a finales del IV milenio a.C. (3).

En fin, las Cuevas de Santiago, por lo descrito y otros datos más, se nos presentan como el gran templo de la Prehistoria cazallera, lo que, unido a su belleza natural, le concede un enorme atractivo como monumento a cuidar y conservar.(4).

Pero la presencia de culturas neolíticas en Cazalla de la Sierra no es exclusiva de esta área limítrofe de nuestro término municipal. Como ha puesto de manifiesto D. Manuel Carlos PÉREZ GÓMEZ (5), en los alrededores de nuestro núcleo urbano actual, son cada vez más abundantes los hallazgos (fortuitos y a ras de suelo) de útiles pulimentados relacionados con pobladores neolíticos, lo que podría colocarnos en la hipótesis de la existencia de un asentamiento más o menos permanente, ya para esta época, en lo que hoy es el casco urbano. Hachas, azuelas, moletas, etc. han aparecido en la Fuente del Altar, La «Malena», Cerro «Panchón», Molino del Monte, cruce del Camino de las Laderas con el de la Carrasquilla, y, no hace mucho, en la misma Fuente Nueva. Lugares, como se puede apreciar, todos muy cercanos a la población actual. El tema está por estudiar y por excavar.

EN EL TIEMPO DE LOS ROMANOS

Entre los pueblos prerromanos que controlaron la comarca, superpuestos a los tur-detanos, se encuentran los CÉLTICOS, según cuenta Plinio en su «Historia Natural». Es por esto por lo que el mencionado autor llama a la región que se localiza entre el Guadiana y el Guadalquivir, de una manera genérica, Beturia Céltica. Siguiendo a Plinio, quienes han venido escribiendo tradicionalmente sobre la Historia de Cazalla, han expresado que los topónimos «Callentum» y «Callenses Emánicii» podrían estar relacionados con asentamientos o pobladores próximos al espacio geográfico que hoy ocupa nuestro municipio. No obstante, hasta el momento, no existe prueba arqueológica alguna que pueda atestiguar tal afirmación. Es más, los recientes estudios historiográficos sobre esta época tienden a localizar tanto al mencionado topónimo como al referido gentilicio en lugares próximos al Coronil (Sevilla).

Lo que sí parece ser cierto es que nuestra zona queda bajo dominación romana desde mediados del siglo II a. C. Quedaba próxima a la Vía de la Plata, y se cuenta que uno de los ramales de dicha Vía atravesaba nuestro territorio, posiblemente el que «procedente de Alanís, seguía por El Pedroso y Mulva (‘Munigua’) hasta la ciudad de Carmona, donde enlazaba con la Vía Augusta» (1). Según D.Manuel RAMOS y la tradición popular, existen restos de esa vía de comunicación en el semiderruido puente sobre el Regajo del Sotillo, frente al actual cementerio, más tarde cruce de cañadas medievales.

En tiempos del emperador Augusto parece que estos territorios quedan circunscritos jurídica y administrativamente al Conventus Corduvensis, perteneciente a la provincia de la Bética.